La dermatitis herpetiforme es una enfermedad autoinmune rara, con una prevalencia de entre 10-75 casos por cada 100.000 habitantes, que origina ampollas, inflamaciones, hinchazones y ronchas en numerosas y variadas partes del cuerpo, las cuales ocasionan una intensa sensación de prurito, todo ello en personas que padecen la enfermedad celíaca.
Se trata de una enfermedad autoinmunitaria en la cual, el trigo, el centeno y diversos productos derivados de la cebada hacen que el sistema inmunitario se active, teniendo lugar así una reacción inmunológica de manera exagerada que ataca a la piel, produciendo así erupción y prurito en las personas afectadas. Este es el motivo por el cual los principales afectados son las personas celíacas, pues son intolerantes al gluten, aunque el hecho de ser celíaco no supone tener que padecer dermatitis herpetiforme en todos los casos.
A menudo esta suele aparecer en adultos jóvenes, aunque también puede darse en niños y ancianos, quienes son diagnosticados mediante un análisis al microscopio de muestras de su piel.
Finalmente, es importante destacar que, a pesar de su nombre, la dermatitis herpetiforme no tiene ninguna relación con el virus del herpes, sino que se denomina así para describir la forma en la que se agrupan las ampollas que esta forma, pues es similar a la erupción provocada por algunos tipos de virus herpes.