miércoles, 18 de noviembre de 2020

ACALASIA IDIOPÁTICA: Etiología

La acalasia idiopática es una enfermedad rara del sistema digestivo, la cual tiene una incidencia anual de entre 1/200.000 y 1/59.000 y una prevalencia estimada de 1/10.000. No existe relación de predominio en ninguno de los género, aunque si en relación con la edad, siendo esta más habitual entre los 30 y 60 años. 

Se trata de una enfermedad motora del sistema digestivo en la cual los 2/3 inferiores del esófago, formados por musculatura lisa, incluido el esfínter esofágico inferior, son incapaces de relajarse al tragar, dificultando el paso de los alimentos hacia el estómago. Es decir, en un esófago sano el anillo muscular que se forma en el punto donde el esófago y el estómago se unen se relaja cuando tragamos alimento, permitiendo así el paso de este hacia el estómago. En una persona que sufre acalasia esto no ocurre. 

La etiología de esta enfermedad es en la mayoría de los casos idiopática, es decir, desconocemos cual es el motivo exacto por el que aparece (aparece porque sí). En una menor proporción existe la denominada acalasia secundaria, cuyo origen se encuentra relacionado con algún otro problema del sistema digestivo como: carcinoma gástrico que infiltra el esófago, linfomas, infecciones víricas, gastroenteritis eosinófilas y trastornos neurodegenerativos. También se sospecha que este último tipo de acalasia puede estar
asociada con infecciones virales, hecho demostrado al haber encontrado en los análisis de estos pacientes autoanticuerpos contra el plexo mientérico.

A continuación os dejamos un vídeo que resume la etiología, síntomas, diagnóstico y tratamiento de esta patología: 




ACALASIA IDIOPÁTICA: Signos y síntomas


Los síntomas más habituales de esta enfermedad son los siguientes: 

  • Disfagia, es decir, dificultad para tragar. Esta es de aparición precoz y se manifiesta en un primer momento para sólidos, evolucionando para semisólidos y líquidos. 

  • Dolor torácico, que se incrementa generalmente después de comer y se irradia a espalda, cuello y brazos.

  • Tos crónica 

  • Reflujo o regurgitación del alimento, debido a la acumulación de grandes volúmenes de saliva y alimentos en el estómago. 

  • Sensación de acidez gástrica 

  • Adelgazamiento, de aparición progresiva debido a la evolución crónica de la enfermedad. En el caso de que la enfermedad esté relacionada con un carcinoma gástrico, el adelgazamiento será rápido e intenso.


Imagen de un esófago sufriendo un episodio de disfagia
Imagen extraída de la página web "Webconsultas.com"



Imagen de como se produce el reflujo gastroesofágico, causante de la sensación de acidez gástrica
Imagen extraída de la página web "Alimmenta"

ACALASIA IDIOPÁTICA: Tratamiento

El principal objetivo del tratamiento va a ser reducir la presión en el anillo muscular formado en la unión entre el esófago y el estómago. Para ello, se empleará terapia farmacológica y quirúrgica. 

Tratamiento farmacológico: 

  • Inyección de toxina botulínica (botox). Ayuda a relajar los músculos del esfínter bloqueando los nervios excitadores del esfínter, sin embargo los beneficios desaparecen en cuestión de semanas. Debemos tener cuidado también pues las inyecciones frecuentes pueden ocasionar fibrosis.

  • Nitritos (nitroglicerina, dinitrato de isosorbida) y antagonistas del calcio (nifedipino) antes de las ingestas proporcionan alivio a corto plazo. Ambos se pueden emplear para relajar el esfínter esofágico inferior. 

Tratamiento quirúrgico: 

  • Debilitación del tono muscular mediante la dilatación con balón (sonda), reduce la presión desgarrando las fibras musculares (presión de 300 mmHg durante 60´´). No obstante, existe riesgo de perforación y hemorragia. 

  • Miotomía extramucosa del esfínter inferior. Se corta la capa muscular circular del esfínter. Tiene una eficacia elevada.


Miotomía extramucosa del esfínter inferior
Imagen extraída del blog "ACALASIA" disponible en: https://acalasia-esofago.blogspot.com/


 


ACALASIA IDIOPÁTICA: Diagnóstico

Debido a que los síntomas de esta enfermedad son similares a muchas otras enfermedades del aparato digestivo, es posible que su diagnóstico resulte complejo o este se realice de manera incorrecta. 

Para evitar esto último generalmente se emplearán las siguientes pruebas diagnósticas: 

  • Manometría esofágica. Se trata de una prueba que permite medir las contracciones musculares rítmicas del esófago en la deglución, la coordinación y la fuerza realizada por los músculos del esófago. Además, también nos permitirá determinar si el esfínter esofágico inferior se relaja o se abre en el momento de la deglución.

  • Radiografía de tórax. Evidenciará la ausencia de cámara gástrica (ausencia de aire en el estómago) y presencia de un nivel hidroaéreo en el mediastino que indica retención de comida. La cámara gástrica en vez de estar llena de aire está llena de comida. 

  • Tránsito esofagogastroduodenal: mostrará dilatación esofágica y, en casos avanzados, esófago en “S”. Así como, falta de peristaltismo en los 2/3 inferiores y contracción del esfínter esofágico inferior. El tránsito es muy lento o incluso está paralizado.  

  • Endoscopia superior. Prueba diagnóstica en la cual se introduce una sonda delgada y flexible con una luz y una cámara en la punta, por la garganta, para poder examinar el interior del esófago y el estómago. De esta forma se determinará la existencia de una obstrucción parcial del esófago o también se podrá llevar a cabo la toma de una muestra de tejido (biopsia) para su posterior estudio, descartando así complicaciones como una metaplasia del epitelio del esófago. 









Imagen de una manometría esofágica. 
Imagen extraída de la página web del servicio de aparato digestivo H.G.U Santa Lucía de Cartagena. 



Imagen de una endoscopia superior 
Imagen extraída de la página web "Drugs.com"